Hace un par de días en Instagram, se empezó a hablar de los deberes. Y intenté quitarme vergüenza de en medio para hacer stories y compartir mi opinión. Hablar de deberes es un tema un poco delicado porque muchos agentes de la comunidad escolar están implicados: colegio, profesores, alumnos y familias.
Ya te adelanto que estoy en contra, en todo caso para la enseñanza de idiomas. Por ejemplo, creo que para las matemáticas es necesario practicar con muchos ejercicios, pero no soy la persona indicada para saber si es mejor hacerlo en casa o en clase. Entonces, lo que te comento a continuación es desde mi experiencia de profesora de idiomas y para enseñar idiomas.
Durante mis primeros años como profesora era a favor de los deberes. Era a favor porque pensaba que era necesario para repasar lo visto en clase, verificar que lo aprendido en clase se podía aplicar solo en casa y terminar de aprender un concepto.
Luego, después de unos años, me di cuenta que los alumnos que lo habían entendido en clase hacían bien los deberes; los que no lo habían entendido tanto, no hacían tan bien los ejercicios. Y otras veces, copiaban entre ellos las respuestas.
También era cuando usaba libros de texto que venían con un libro de actividades para el alumno. Nunca he sido una histérica para los deberes, pero pensaba que no hacían nada mal.
Ahora no doy nunca deberes.
¿Porqué no doy más deberes?
- Porque creo que los alumnos no tienen que hacer en casa lo que no hemos tenido tiempo de acabar en clase
- Porque creo que no es una buena manera de adelantar materia
- Porque creo que son muchas horas que se pasan en el cole (en el mío son desde las 8´30 hasta las 17´00) y hay que descansar
- Porque creo que no tienen ningún impacto positivo sobre los alumnos
- Porque a nadie le gusta la perspectiva de tener que hacer deberes (no estoy hablando de proyectos, es otra cosa)
- Porque estamos con “innovación” educativa todo el rato pero seguimos con un modelo de más de 100 años.
Hay deberes y deberes
A veces son los padres que quieren deberes para sus hijos porque así tienen la sensación que hacen algo. En este caso, lo primero que hago es explicar a los padres como se adquiere un idioma y que hacer fichas de trabajo no va a ayudar a su hijo a entender, escribir o hablar el idioma.
Luego, les doy una serie de alternativas para recibir input y practicar de manera natural el idioma.
¿Qué alternativas para los deberes?
- Resetear el móvil, la Tablet o los videos juegos en el idioma a aprender: practicamos cada día con algo que usan en la vida cotidiana los alumnos (y que les gusta)
- Leemos: tener en el aula o en algún sitio una pequeña biblioteca para que los alumnos tengan a disposición unos libros a leer en el idioma.
- Netflix: el mejor amigo de muchas personas estos últimos años: mirar una película o una serie en el idioma, primero con subtítulos en el idioma y luego sin nada. No se trata de entender todo lo que dice los actores sino acostumbrar la oreja y practicar la discriminación oral.
- Tener un penpal e intercambiar correos en el idioma.
A modo de conclusión, desde que soy madre, siento aún más la necesidad de no poner deberes. Cuando no hay colegio, me gustaría tener tiempo para disfrutar con mis hijos y no tener que pelearme con ellos para que hagan los deberes. Tengo un hijo que los hace enseguida y no tengo que decirle nada, pero tengo otro con él que es una lucha constante.
Sinceramente, los deberes me están costando tiempo de calidad con mis hijos. En vez de estar en casa sentados a hacer deberes, podríamos ir a ver una exposición, un concierto, un teatro, pasear en bici, leer un libro que nos gusta; en fin, disfrutar de varias actividades con mis hijos.
Los deberes no impiden hacer estas cosas, pero quitan tiempo y generan enfados y frustraciones.
Entonces te hablo desde la perspectiva de profe y de madre.
¿Tú? ¿Qué opinas? Dime si estas a favor o en contra de los deberes. Esto solo es mi percepción y no tengo la verdad absoluta en mis manos. Quiero saber lo qué piensas.
Muchas gracias por estar.
Hélène
Comparte esto:
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
2 comentarios
Muchas gracias por compartir tus experiencias. Llevo solo dos años en la enseñanza y la verdad que prácticamente no mando deberes porque me dí cuenta que muchos no lo hacían y era contraproducente. Es cierto que me he encontrado padres que me han recriminado no hacerlo.
Por tanto, este último trimestre estoy probando con la aplicación Duolingo para escuelas y mando tareas que ellos realizan en el móvil, tableta u ordenador. Son actividades de método Berlitz que soy consciente que no es el más adecuado pero lo hago por acercar la tecnología a los idiomas. Gracias a la aplicación puedo ver quienes lo hacen y llevar un registro. Pero la verdad que mando tareas de 10 minutos para realizar en una semana de tiempo.
Aún estoy probando no tengo claro si sirve y si seguiré con ello, como todo hay alumnos que parecen estar adquiriendo y motivados y otros que no tanto.
Hola Cristina,
Muchas gracias por tu comentario. Es cierto que es difícil tomar posición. Hay alumnos que disfrutan de deberes si es de su asignatura favorita y otros que nada. La mayoria no les gusta mucho. En mi caso, llevo unos 13 años dando clases y mi postura es un poco más radical. No vengo a decirles a los padres como trabajar entonces no quiero oir nada de ellos sobre mi manera de trabajar si no es constructivo . Hacer deberes viene de la vieja escuela. Creo que leer y mirar pelis pueden servir a modo de practicar el idioma en casa porque es lo que todos tenemos a mano. Pero veo totalmente inútil, hacer ejercicios de rellenar huecos.. ¿En qué momento, en la vida real, cuando tenemos una conversación en otro idioma, la otra persona no dice una palabra en medio de una frase ? Si estamos con un planteamiento comunicativo o accional pues que lo seamos de verdad. Anímo que tenemos altod y bajos pero no tenemos que desanimarnos. Hacemos lo que podemos con lo que tenemos. un abrazo, Hélène