¿Te ha pasado alguna vez que no entiendes porque tu alumnado reconoce las palabras, pero luego no sabe usarlas para escribir o hablar? Has enseñado el vocabulario, lo entienden, lo reconocen, pero no lo usan. Es porque las tienen como vocabulario pasivo y no activo. Así que hoy, nos enfocaremos en cómo transformar el conocimiento pasivo en herramientas activas para la comunicación.
Entendiendo el Vocabulario Activo vs. Pasivo:
El vocabulario activo se refiere a las palabras que usamos regularmente en la escritura y la conversación, mientras que el vocabulario pasivo incluye palabras que reconocemos al leer o escuchar pero que no utilizamos al hablar o escribir. Es crucial para la fluidez del idioma que los estudiantes no solo acumulen un repertorio de palabras, sino que también las utilicen activamente. El vocabulario activo es la piedra angular de una comunicación efectiva. No es suficiente conocer las palabras; nuestros estudiantes deben sentirse cómodos usándolas en situaciones reales. Esto no solo mejora la fluidez, sino que también aumenta su confianza al hablar. Para pasar de vocabulario pasivo a activo, el alumnado necesita poder usar las palabras con precisión en una oración, tener una conciencia sintáctica asociada con su función en una oración, así como saber si la palabra es apropiada para el propósito de la comunicación en cuestión, según Nation (2013).
Técnicas para Enseñar Vocabulario Activo:
- Una técnica efectiva es el uso de tarjetas de vocabulario que incluyan la palabra, su definición, una imagen y una frase de ejemplo. Esto ayuda al alumnado a ver cómo se usa la palabra en contexto. Un modelo muy conocido es el modelo de Frayer, que puedes descargar aquí en diferentes idiomas.
2. Crear oportunidades para el uso del lenguaje en contextos significativos es clave. Si me conoces desde hace tiempo, sabes que para mí el storytelling es mi pilar en este sentido. Y no se trata de ponerse a leer un cuento delante de la clase. Se trata de usarlo bajo todas sus modalidades.
3. Los juegos de rol podrían ser una forma de practicar vocabulario activo cuando se hace de forma espontánea, sin todas las frases escritas en un papel en el que cada uno se pone a leer su frase.
4. Proveer repeticiones sin ser repetitivos es la clave. Usar diferentes actividades que permitan proveer andamiaje y repeticiones hasta que nuestro alumnado pueda volar con sus propias alas es esencial. Siempre busco maneras de repetir sin ser aburrida.
Aquí es donde la creatividad del docente entra en juego. Podemos utilizar herramientas digitales, juegos interactivos, y desafíos lingüísticos que mantengan al alumnado comprometido y emocionado por aprender más. La clave está en la variedad.
Desafíos Comunes y Cómo Superarlos:
Un desafío común es la reticencia a usar nuevo vocabulario por miedo a cometer errores. Es importante crear un ambiente en el aula donde los errores sean vistos como una parte natural del aprendizaje. Para superar la falta de confianza, pueden implementar actividades de bajo riesgo como juegos de palabras o actividades en pequeños grupos antes de pasar a presentaciones en frente de toda la clase.
Recuerde, el objetivo es la comunicación efectiva, no la perfección. Celebra los esfuerzos y mejoras de tu alumnado.
Para concluir, activar el vocabulario es un proceso dinámico que requiere consistencia y creatividad.
Te animo a que elijas una de las estrategias que hemos mencionado hoy y la implementes en tu próxima clase.
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Hélène
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