El uso de la lengua materna en clase de idiomas ha sido durante mucho tiempo mal visto. Se tenía que hablar la lengua enseñada sí o sí. Parecía que si no lo hacías, eras un mal profesor.
No obstante, creo que un uso adecuado de la lengua materna es positivo dentro de la clase de idiomas. Sobre todo desde que uso estrategias de enseñanza basadas en el input comprensible y más en concreto TPRS (Teaching Proficiency through Reading and Storytelling).
Hace un par de años que he dejado los métodos tradicionales de enseñanza de idiomas. Por métodos tradicionales me refiero a las clases basadas en puntos gramaticales (hoy vamos a hacer el presente de los verbos regulares, mañana los verbos irregulares, etc.) y listas de vocabulario. En un próximo artículo, explicaré más sobre TPRS. Ya puedes leer un poco más sobre el input comprensible aquí.
Es mi experiencia personal y profesional como estudiante que me ha hecho hacer este giro de 180º en mi práctica como docente. Ninguno de los libros sobre lingüística, adquisición de idiomas o asignaturas de la universidad me enseñaron a dar clase de verdad.
¿Qué digo? ¿Cómo lo digo? ¿De qué manera interactuar con los niños cuando no me entienden?
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El uso de la lengua materna en mis clases de idiomas ocurre de diferentes maneras:
- Por escrito: cada nueva palabra que no conocen, la escribo en la pizarra con su traducción en inglés o español (estoy en un colegio internacional y el inglés es muy corriente como lengua materna o de escolarización).
Piénsatelo. Antes hacía gestos, dibujitos, etc. Pero me di cuenta que a veces los alumnos no interpretaban correctamente lo que hacía. Se pensaban que era otra palabra. Escribiendo directamente la traducción, no pierdo tiempo en gesticular para hacer entender la nueva palabra y estoy segura de que asocian esta palabra con la traducción correcta en su idioma.
Me ahorro tiempo y estoy segura de que han entendido el significado exacto de la palabra.
- Oralmente:
–> Verifico de vez en cuando que entienden preguntando: “¿Qué significa esto?” o “¿Qué acabo de decir?” No sigo con la clase hasta estar segura que todos están conmigo y todos entienden.
–> Cuando leemos una historia o la contamos, al final le pregunto a un alumno que nos cuente lo que ha entendido en su lengua materna. Cuando leemos o escuchamos, la competencia que quiero desarrollar es la comprensión oral o escrito; no la producción. Si pido que los alumnos me digan lo que han entendido en su lengua materna son mucho más propensos en participar y se sientan más en confianza para participar.
“Ante todo, quiero crear un clima de confianza para que se suelten a hablar el idioma y que no sienten que les vamos a castigar por hablar su lengua materna.”
–> Cuando doy instrucciones. Lo digo un par de veces en el idioma y luego en la lengua materna de los alumnos. Estamos en clase, no haciendo ninguna prueba. Estamos allí para practicar y para aprender. Como van a hacer bien lo que les pido se no lo han bien entendido. Esto lo hago mucho con los niveles de principiantes y luego poco a poco vamos diciendo todas las instrucciones en el idioma porque en los años anteriores hemos construido una base solida de conocimiento de la lengua. Ya no tienen que pensar en lo que significa, lo han integrado totalmente y es natural.
2. El interlenguaje, la tercera lengua de una clase de idiomas
El interlenguaje es este idioma raro que aparece a menudo al principio de adquisición del idioma. Es una mezcla dentro de una misma frase de la lengua primera y la lengua extranjera. También puede aparecer como conjugar un verbo del idioma como la lengua materna. Por ejemplo: “I juego with playstation” o “I went to the supermercado”.
No se trata de errores de los alumnos sino que estos sintagmas de lengua materna que aparecen en el discurso de los alumnos son muestras de que han integrado la estructura de las frases. Lo único es que no tienen suficiente vocabulario para expresar todo lo que quieren. Son muestras del proceso de adquisición del idioma
Por otra parte, cuando ocurre, sin llamar la atención, digo la frase correctamente en el idioma. Y si lo probáis, veréis que, automáticamente, los alumnos repiten la frase correcta. Se trata de intentar no cristalizar el interlenguaje para que no se quede así para siempre (por esto la palabra “cristalizar”) sino que sea solamente un momento de transición dentro del proceso de adquisición del idioma.
3. Conclusión sobre el uso de la lengua materna en las clases de idiomas
En la clase facilita la comprensión.
Hace parte del proceso de adquisición de un idioma.
En la vida real, nos ha pasado a todos usar una palabra de nuestro idioma que no sabíamos para comunicar con otra persona. Y no ha pasado nada. Esta persona ha continuado la conversación con nosotros. ¿Por qué intentar pretender que no tiene que ocurrir en las clases si ocurre en la vida real?
Hace parte de la negocaciación del significado. Es normal y corriente.
¿ Y tú? ¿Qué opinas?
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2 comentarios
Mi padre es francés y mi madre española, así que soy bilingüe. Cuantas veces recuerdo eso del “interlenguaje”! Pero me ocurría sobre todo cuando las dos familias se juntaban. Tenía un cacao en la cabeza…
Saludos!
Si! y a mi, a veces me pongo a buscar la traducción en francés de una palabra porque no me acuerdo como se dice (y es mi lengua materna). Me gusta mucho la definición que hacen Castellotti y Coste sobre la competencia plurilinguista de una persona. Todo es flexible (como una lengua misma).