La figura del/de la formador/a de docentes es algo que me costó asimilar dentro de mi identidad. Durante mucho tiempo me consideré como una profe más que tenía un blog para compartir lo que le funcionó bien en clase. Luego, tuve que darme de alta de autónoma para poder estar en regla con el estado y sobretodo para todos los impuestos que me correspondían.
Tenía como vergüenza de decir que era autónoma como si cobrar por formar a compañeros y compañeras no era algo noble.
Siempre he trabajado por colegios privados: en Escocia y aquí en Mallorca. No ha sido una elección con consciencia sino sobre vivencia. Siempre me he considerado afortunada porque nunca he faltado de trabajo como docente. Desde que empecé en 2005 mi carrera como docente, no hubo ni un solo año sin que me quedé sin trabajo en un colegio.
No obstante, siempre he tenido este impulso por compartir lo que me gusta. Antes de tener este blog he tenido un blog de repostería y otro de cosmética natural. Y cuando empecé este blog tenía el impulso de crear comunidad sobre un enfoque de enseñanza de idiomas diferente. Las formaciones vinieron un poco solas.
Si te cuento todo esto, es porque puedo ver a veces algún rechazo hacia la figura del formador de docente o muchos prejuicios hacia el hecho de ganar dinero con nuestros conocimientos.
¿Qué es la figura del formador de docente?
Creo que nos ha pasado a muchos y muchas:
- Nuestro centro hace venir alguien para formarnos y no nos sirve de nada.
- Nos apuntamos a una formación y la teoría es fantástica, pero la realidad es distinta
- No aprendemos nada
- No tenemos los medios suficientes para llevar a cabo ciertas cosas
- el/la formador/a es aburrido
- No aprendemos nada
- No nos sirve para nuestra asignatura
¡Qué levanten la mano los que se encuentran en algunas de estas situaciones!
Creo que por culpa de estas situaciones, podemos haber creado unas imágenes negativas hacia la figura del formador.
Estas son las imágenes que yo tenía:
- des-actualización
- falta de contacto con las aulas
- demasiado en los libros
- falta de empatía hacia los docentes en activo
- “hazlo que digo y no lo que hago”
Al pasar del otro lado, me he dado cuenta de otra realidad.
Hacer una formación requiere de mucha humildad y vulnerabilidad. Nos exponemos con nuestras cosas buenas y malas.
Hay que saber comunicar bien.
Hay que conocer bien su tema y no saber sobre su tema (es una buena analogía con aprender/adquirir un idioma). Conocer y saber son 2 cosas muy diferentes.
Hay que aceptar no conocer todo.
Hay que aceptar las objeciones.
Hay que aceptar que estamos en un estado de mejora.
Hay que aceptar que son meses/semanas de preparación para solo unas horas.
No todo el mundo está listo para escuchar el mensaje.
No es ser referente.
No es saber mejor que los demás.
Y podría seguir…. Todo esto para decir que no es tan fácil de lo que parece…..
¿Es malo ganar dinero formando a otros compañeros?
Otra imagen negativa que tenía es que no era muy “noble” ganar dinero compartiendo mis conocimientos.
Al principio siempre decía cosas como: “mi trabajo principal es en clase, el resto es un hobby”. Al hacer todo este trabajo de introspección desde años, me he dado cuenta que no era honesta conmigo misma.
Primero de todo, era algo que me importaba mucho. A veces siento como una misión por divulgar este mensaje de adquirir un idioma en vez de aprender un idioma. Veo como profes se transforman y disfrutan mucho más de sus clases, veo alumnos/as más participativos en clase.
Para llegar al punto en el que estoy he tenido que viajar mucho a conferencias fuera de España, seguir formándome en otros ámbitos, aprender nuevas competencias, leer mucho y horas de investigación. Nadie me ha regalado nada y nadie me ha entregado todo bien explicado y ordenado.
Al final es un trabajo por el que he sacrificado mucho tiempo libre y me merezco tanto el reconocimiento como la retribución.
Con mi trabajo en el cole, impacto a cientos de alumnos y alumnas.
Con mi trabajo de formadora, impacto a cientos de profes que impactan también a cientos de alumnos/as. Multiplicamos el impacto en el mundo de la educación.
Para concluir , no hay absolutamente nada de malo en ganar dinero formando a otros compañeros. No hay nada menos noble.
Ser profe de profe es algo muy necesario dentro de la comunidad educativa. Me siento muy afortunada y agradecida cada vez que me contactan para una formación.
Si te interesa ser formador/a de docente, dentro de unas semanas empezaré un nuevo programa. Te dejo aquí un formulario para que pueda mandarte la información cuando abrimos las plazas:
https://forms.gle/hMv2PZJGVAH9XrHn8
Muchas gracias por estar aquí.
Hélène
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